Me llamo Pilar y quiero ser madre en el futuro. Es algo que siempre he tenido muy claro. La cuestión es que he cumplido 32 años y no tengo planes para serlo en el futuro próximo.
Un día mantuve una conversación con una pareja de más de 40 años que había tenido muchas dificultades para tener hijos, y finalmente lo había conseguido por fecundación in vitro después de muchos intentos. Ella comentó que si hubiera conocido el método de vitrificación de óvulos cuando era más joven lo hubiera hecho y habría tenido menos problemas para quedarse embarazada. Y de repente me di cuenta de que no quería verme en esa situación dentro de unos años.
Ese mismo día comencé a buscar información en Internet y di con Clínicas EVA. Envié un formulario solicitando más información y me llamaron para facilitármela en la propia clínica y hacerme unas pruebas de fertilidad. La doctora me informó de los beneficios de preservar mis óvulos para el futuro y de cómo era todo el proceso.
Durante un par de días estuve pensándolo. Quiero tener hijos, pero no ahora. Actualmente no tengo pareja y profesionalmente me encuentro en mi mejor momento, puesto que he alcanzado un puesto de responsabilidad que me permite tener un mejor poder adquisitivo para viajar, que es en realidad lo que quiero hacer ahora.
Así que volví a llamar a la clínica para poner en marcha el tratamiento. Sinceramente pensaba que sería más duro y que tendría más molestias y efectos secundarios, pero no fue así. Solamente me encontré un poco hinchada los últimos días, justo antes de la extracción. Durante casi dos semanas estuve asistiendo cada 3-4 días a la clínica para revisar cómo evolucionaban los óvulos y ajustar las dosis del tratamiento.
Y llegó el día de la extracción. Estaba un poco nerviosa por el hecho de pasar por quirófano. Pero todo fue muy rápido e indoloro. En dos horas estaba de camino a casa de nuevo. La recuperación fue igualmente rápida. Al día siguiente estaba haciendo vida normal.
Estoy muy contenta de haber tomado esta decisión. Ha sido como contratar un “seguro de maternidad”. Me he quitado una preocupación y me encuentro más tranquila. Seré madre, pero más adelante.
