Las etapas del embarazo son rigurosas y están bien marcadas. Aunque la gestación comienza en el momento que se fecunda el óvulo, según la cuenta de los ginecólogos se considera semana 1 del embarazo la fecha de la última menstruación de la mujer.
Las etapas del embarazo
En total el embarazo dura 40 semanas (38 semanas de gestación) divididas en tres trimestres:
1. Primer trimestre del embarazo
Este primer trimestre comienza en la semana 1, contando desde la última menstruación de la mujer. Este trimestre es especialmente relevante porque el cuerpo comienza a experimentar los primeros cambios.
En estas primeras semanas del embarazo, el embrión crece a pasos agigantados. No sólo se multiplica en tamaño y peso, también desarrolla prácticamente la totalidad de los órganos y tejidos de su cuerpo. El corazón del bebé comienza a latir, su cabeza, sus brazos y piernas crecen, e incluso al final del primer trimestre, se puede conocer el sexo del bebé.
La futura madre también nota los primeros síntomas del embarazo, entre los que cabe destacar los más comunes: nauseas, vómitos y mareos, cambios de humor, cansancio y fatiga…
2. Segundo trimestre del embarazo
De las tres etapas del embarazo quizás esta es la más llevadera, el cuerpo empieza a asentarse y a acostumbrarse a los cambios hormonales. Las náuseas y vómitos también remiten casi por completo y por ello la futura madre puede descansar mejor y se reduce con ello la fatiga y el cansancio propio del primer trimestre.
Por el contrario, aumenta el apetito de la embarazada y por consiguiente el peso de la misma. También aumenta el tamaño del útero y del abdomen a medida que el bebé sigue creciendo.
En este trimestre el futuro bebé pasa de ser un embrión a denominarse feto. Éste comienza a tener más actividad y la madre puede sentir al bebé moverse, y viceversa. En estos tres meses el feto empieza a desarrollar sus sentidos, por consiguiente el bebé ya puede oír sonidos del exterior.
3. Tercer trimestre del embarazo
Es la última de las etapas del embarazo. El bebé sigue creciendo aceleradamente, acumula tejido graso y el útero comienza a hacer presión sobre la vejiga y el estómago. La madre sufre algunas molestias como dificultad para inhalar mucho aire, aumento considerable del peso abdominal, dolores en la zona lumbar…
En este trimeste el bebé termina de madurar sus pulmones y comienza a ponerse en posición de parto, es decir, con la cabeza hacia abajo. A partir de la semana 37, el bebé ya está listo para nacer.