La esterilidad es una cualidad atribuible a los organismos que no pueden reproducirse debido a un mal funcionamiento de los órganos sexuales o a que los gametos (Óvulo o espermatozoide) son defectuosos. Este diagnóstico se vive como un acontecimiento crítico y estresante, pero hoy día, hay numerosos métodos y técnicas de Reproducción Asistida que pueden ayudar a solucionarlo.
El hecho de que existan métodos de Reproducción Asistida es un alivio para muchas parejas, ya que ayudan a la naturaleza a seguir su curso cuando no puede hacerlo por si misma, es decir, a través de una serie de técnicas se ayuda a conseguir el embarazo. Pero ¿Qué son? y ¿En qué consisten?
Las Técnicas de Reproducción Asistida son tratamientos sintomáticos que consisten en la manipulación de los gametos y los embriones fuera del organismo. La pareja recupera la fecundidad pero persiste la esterilidad (no recupera la capacidad de procrear sin ayuda). Sólo corrigen (y no siempre de forma absoluta) los casos de la fecundación:
- Obstáculos para la unión de los gametos.
- Anomalías de los gametos.
- Ineptitud de los gametos.
La Inseminación Artificial (IA) y la Fecundación In Vitro (FIV) son las Técnicas de Reproducción Asistida más habituales y su aplicación viene determinada por el factor diagnóstico y por el tipo de alteración concreta. Los tratamientos con terceras partes involucradas son aquellos que precisan donantes de gametos masculinos (espermatozoides), femeninos (óvulos) o ambos (preembriones).
La Inseminación Artificial: Consiste en el depósito de los espermatozoides con la ayuda de un catéter. Está indicada en la infertilidad de causa desconocida, ante hipofertilidades masculinas moderadas, en sustitución del coito en los casos en los que se ha realizado una heterconsevación de semen congelado y cuando existen problemas sexológicos de etiología orgánica, como paraplejías.
Fecundación In Vitro (FIV): Consiste básicamente en el encuentro in Vitro de los dos gametos, el cultivo In Vitro del embrión pre-implantatorio y, por último, la trasferencia del embrión al útero. Está ideada, para salvar un obstáculo tubárico, para infecundidades inexplicadas y para factores masculinos severos.
Cuando pueden ser efectivas tanto la IA como la FIV, se aplica inicialmente el tratamiento más sencillo y menos invasivo: la IA, y suponiendo que no se consiga el embarazo en un número determinado de repeticiones, se aplica a continuación la FIV. De igual forma, cuando pueden utilizarse los propios gametos siempre se inicia los tratamientos con material genético de la propia pareja, aplicándose las técnicas de reproducción con donantes en aquellos casos que resulten imprescindibles.
El objetivo básico del psicólogo en Reproducción Asistida es el de asegurar que los pacientes comprendan las implicaciones de sus opciones de tratamiento, reciban el suficiente apoyo emocional y puedan enfrentase de manera saludable a las consecuencias de la experiencia de infertilidad. “Las parejas que tienen un mejor ajuste personal, marital y social son las que mejor se integran en los programas de Reproducción Asistida, mejores resultados obtienen y mayor satisfacción expresan” (Sabaurin y Cols. 1991).