Una dieta equilibrada es fundamental desde el mismo momento de la concepción. Por eso, se recomienda que toda mujer que planifique concebir adopte hábitos alimenticios más saludables, y es que las embarazadas en su dieta deben ser muy cuidadosas. De hecho, la alimentación es fundamental para el desarrollo del embrión y para que éste se implante adecuadamente en la pared del útero. En las mujeres que tienen deficiencias nutricionales, un mayor número de células migran para componer la placenta, en detrimento del feto, lo que aumenta las probabilidades de que el bebé tenga bajo peso al nacer.
La alimentación durante el embarazo también es esencial ya que si el bebé no recibe los nutrientes que necesita, puede desarrollar diferentes enfermedades. En estos casos se produce una reorientación del flujo sanguíneo, priorizando el suministro de nutrientes hacia el cerebro, a expensas de órganos como los riñones y el sistema endocrino. Una deficiencia de ácido fólico, por ejemplo, se ha relacionado con problemas en la formación del tubo neural. Por eso, es importante que te cerciores de alimentarte bien durante el embarazo, mes a mes.
Siete reglas que deben seguir las embarazadas en su dieta
Una dieta sana es una garantía de salud para la madre y su bebé, para ayudaros os contamos siete reglas que deben seguir las embarazadas en su dieta.
- No es necesario comer por dos. Muchas mujeres piensan que durante el embarazo deben comer por dos. Sin embargo, de esta forma solo le abren la puerta a la obesidad, que puede dar pie a otros problemas de salud. En realidad, durante el segundo trimestre solo debes consumir unas 250 calorías adicionales, y 450 calorías durante los últimos tres meses. El secreto no radica en aumentar la cantidad de alimentos sino en apostar por opciones más sanas y nutritivas.
- La hidratación es fundamental. Las embarazadas deben aumentar el consumo de líquidos, de dos a cuatro vasos más al día. El agua es la mejor alternativa porque no aporta calorías adicionales y también ayuda a desintoxicar el organismo y alivia algunos de los síntomas más incómodos de la gestación, como la retención de líquidos, el estreñimiento y los dolores de cabeza. No obstante, también puedes beber infusiones de hierbas y zumos naturales.
- Raciones más pequeñas, pero con frecuencia. Durante el embarazo, se recomienda que comas poco pero con frecuencia. De esta forma evitarás la tentación de picotear y añadir más calorías a tu dieta. Además, al mantener el estómago lleno evitas la acidez y las náuseas, dos de los problemas más comunes durante la gestación. Por otra parte, al comer porciones más pequeñas, podrás digerir mejor.
- Las frutas, vegetales y hortalizas deben adquirir protagonismo. Tanto las frutas como los vegetales y las hortalizas son una fuente natural de los minerales y vitaminas que necesitas. También aportan fibra vegetal, que te ayudará a evitar el estreñimiento y las hemorroides, problemas usuales durante la gestación. Además, se ha demostrado que los niños de madres que mantuvieron una alimentación saludable durante el embarazo, aceptan de buen grado una amplia variedad de alimentos.
- Los alimentos de alto valor proteico no deben faltar en la dieta. La embarazada debe aumentar el consumo de proteínas a 70 gramos diarios. De hecho, los alimentos como las carnes, los pescados, los huevos, los lácteos y las legumbres aportan una gran cantidad de proteínas, que son la materia prima de las células. Estas son fundamentales, sobre todo durante los últimos meses de la gestación, ya que están involucradas en el crecimiento, la formación y la regeneración de los órganos, tanto de la madre como del bebé.
- Los alimentos crudos pueden ser dañinos. Los alimentos crudos pueden contener bacterias que se multiplican rápidamente y dan lugar a enfermedades como la listeriosis, que atraviesa la placenta y pasa al feto, pudiendo ocasionar su muerte. Por tanto, se recomienda que las embarazadas eviten consumir queso fresco, leche no pasteurizada y mariscos crudos. También debes tener cuidado con las carnes crudas o poco hechas, los embutidos y los vegetales que no se hayan lavado bien.
- Es mejor olvidarse del alcohol y la cafeína. Una taza de café al día es relativamente segura, pero debes recordar que la cafeína se encuentra también en el chocolate, las bebidas con cola y el té. Un consumo excesivo de cafeína se ha relacionado con un aumento de las probabilidades de sufrir un aborto. Por otra parte, es mejor que evites por completo el alcohol ya que aumenta el riesgo de que el bebé tenga problemas físicos y psicológicos.