Cada mujer siente y vive la implantación embrionaria de forma muy diferente. Pero, entre los síntomas que pueden aparecer después de una implantación, el más característico es el sangrado de implantación. Se presenta como un ligero sangrado y lo experimentan alrededor del 30% de las futuras madres. Este síntoma de implantación embrionaria, también conocido como spotting, aparece tras producirse la implantación del embrión en el útero, cuando, en algunas ocasiones, al adherirse se rompen pequeñas venas que afectan al endometrio y provocan el sangrado.
El sangrado de implantación es un sangrado más leve que el menstrual y aparece entre los seis y los diez días después de la fecundación. Al concordar (aproximadamente) con la fecha de la menstruación, suele provocar confusiones entre el sangrado de implantación y el sangrado menstrual. Este hecho, junto a otros síntomas de embarazo, puede hacer que se sospeche de un embarazo. A pesar de las similitudes, las principales diferencias del sangrado por implantación de la menstruación son:
- El sangrado de implantación suele producirse dos o tres días antes de la menstruación. En caso de tener reglas regulares se podría utilizar este criterio.
- El sangrado es mucho más ligero que el de la regla. En casos en los que las mujeres tengan reglas abundantes, no puede generar dudas, pero si tienen reglas más escasas sí pueden confundirlos.
- En cuanto al color, frente al rojo del periodo, el sangrado por implantación es color rosado o marrón oscuro (o un tono intermedio).
- El manchado puede durar de uno a tres días.
La confusión que genera el no saber si se trata del comienzo del embarazo o si es el periodo, puede generar ansiedad. Para saber de qué tipo de sangrado se trata, es fundamental tener en cuenta estas diferencias y prestar especial atención al cuerpo por si se sintieran otros síntomas. Sin embargo, ante la duda, siempre es recomendable acudir al ginecólogo o hacerse la prueba de embarazo.
¿Cuándo hacer un test de embarazo?
A pesar de que el test de embarazo es una prueba bastante fiable, es importante saber cuándo realizárselo. La hormona del embarazo se detecta en la orina quince días después de la concepción. Por lo tanto, es recomendable hacerse la prueba a partir del tercer día de retraso en la menstruación para asegurarse de que existe una mayor presencia de la hormona hCG en la orina. Si realizamos la prueba antes, es probable que el test dé un falso negativo. Sin embargo, si sigues teniendo síntomas de embarazo, o prefieres esperar más días, a los 10 días de retraso es cuando el test ofrece un resultado más seguro y fiable.