La fertilidad de la mujer se ve deteriorada con el paso de los años. Cuando una pareja se decide a tener un hijo, el reloj biológico de la mujer es uno de los factores que se tiene en cuenta. Pero los problemas de fertilidad no sólo se atribuyen al sexo femenino y es que el reloj biológico del hombre también existe y como el de la mujer corre con el paso de los años, aunque hay que señalar que el de los varones «suena más tarde».
El reloj biológico del hombre también existe
Toda la responsabilidad de fertilidad no la tiene el reloj biológico de la mujer, como se suele pensar, investigaciones recientes confirman que también para los hombres el paso de los años es fundamental. El descenso de fertilidad en los varones a partir de los 30 no es tan acusado como en el caso de las mujeres, pero esto no significa que no decrezca.
En los hombres descienden los niveles de hormonas sexuales a partir de cierta edad. La revista especializada «Journal of the Amwerican Medical Association» publicaba en uno de sus artículos que «los varones presentan una caída del 1% en sus niveles de testosterona cada 12 meses después de cumplir 30 años».
Esta alteración biológica es más conocida como Andropausia y es la causa por la que el potencial reproductivo o reloj biológico de un hombre comienza a detenerse, específicamente entre los 35 y 45 años de edad. No sólo afecta la libido y provoca alteraciones en la erección y eyaculación, también existe la posibilidad de que el bebé presente algún problema fisiológico.
La edad no es, por supuesto, el único factor que determina la fertilidad masculina. Se trata, más bien, de una variable que agrava otros problemas, bien heredados a través de la genética, bien relacionados con el estilo de vida (mala alimentación, consumo de tabaco y alcohol, obesidad o estrés, entre otros).
Preservación de la paternidad: congelar el reloj biológico del hombre
Los tratamientos de reproducción asistida dan la solución para congelar el reloj biológico del hombre. El tratamiento indicado es la congelación o criopreservación del semen. Se trata de un sencillo procedimiento con el que el varón puede preservar su paternidad con garantías. Ver más información sobre la congelación de semen.