Tomar la decisión de ser mamá en solitario es una opción en alza, una elección muy meditada por las mujeres que optan por concebir sin una pareja, y con la ayuda de la reproducción asistida. El aumento de estas técnicas ha sido evidente en los últimos años, en la actualidad las madres solteras copan ya el 25% de la demanda en los centros de fertilidad. Los motivos por los que tomar esta decisión son diversos, cada mujer tiene los suyos propios, lo que sí que es verdad es que suele haber un indicador común entre todas las mujeres que deciden ser madres solteras, la mayoría sobrepasan los 35 años, una edad en la que se plantean no retrasar más las agujas del reloj biológico.
Algunas mujeres antes de realizarse el tratamiento se plantean si ser madre soltera es la mejor elección, y si afectará de alguna manera al futuro hijo. En Clínicas EVA siempre decimos a nuestras pacientes que lo realmente importante para un niño es crecer en un ambiente de felicidad, estabilidad y cariño, y una madre soltera puede proporcionarlo perfectamente.
Ser madre soltera puede resultar abrumador, porque entre otras cosas el trabajo de criar se reduce a una persona, tampoco se comparten gastos y eso aumenta la dificultad, pero lo importante es tener claro el objetivo, visualizarlo y confiar en que se va a hacer bien.
¿Qué contempla la ley sobre las madres solteras por elección?
La Ley de reproducción Asistida es más permisiva en nuestro país, y no pone trabas a las mujeres que se animan a vivir la experiencia de la maternidad en solitario. La ley contempla el derecho del hombre y la mujer a tener acceso a donantes, pero el uso de gametos o preembriones donados no permite a la pareja seleccionarlos, esta misión se reserva al equipo médico, el cual procura garantizar la mayor similitud fenotípica (cualidades físicas observables) e inmunológica posible de las muestras disponibles.
Ley también respalda el derecho a la filiación de los hijos nacidos mediante estas técnicas, regulada por las leyes civiles, por lo que el hijo nacido será legalmente hijo de la mujer que lo gestó y en su caso, de su pareja.