Una pareja después de realizarse distintas pruebas médicas y confirmar la existencia de fertilidad en uno o en ambos miembros de la pareja, puede empezar a plantearse la posibilidad de someterse a un tratamiento de fertilidad. El cual será elegido, principalmente, tomando en cuenta el punto de vista médico. Indudablemente, éste aconsejará a la pareja cual será el mejor tratamiento que debería seguir en su caso concreto. Así que, existirían distintos tratamientos de fertilidad o técnicas de reproducción asistida que una pareja puede plantearse realizar.
Entre los tratamientos, estaría la inseminación artificial que, consistiría en introducir los espermatozoides dentro del útero, la fecundación in vitro que residiría en la extracción de los ovocitos por vía vaginal, procediendo a la fecundación en laboratorio, la ovodonación que, sería la implantación en el útero de varios ovocitos procedente de donante fecundados artificialmente o la vitrificación que consistiría en que, una mujer puede demorar en el tiempo su capacidad para poder tener hijos vitrificando sus ovocitos, transfiriéndoselos cuando la mujer y/o el médico lo decidan.
Todos los tratamientos requieren su tiempo y en general, tienen repercusiones físicas y psicológicas en la mujer, que la afectarán en mayor o menor grado y que tendrán también sus consecuencias en el otro miembro de la pareja. La influencia de este tipo de tratamientos es diversa, pues con el fin de lograr el embarazo suelen tomarse medicamentos, principalmente hormonas, que pueden afectar a nivel físico y facilitar la aparición de sintomatología psíquica.
Durante este periodo es muy importante para la mujer, la respuesta emocional que pueda manifestar su pareja hacia ella, pues experimentará cambios somáticos, emocionales y conductuales. Debido a esto, es fundamental, para la mujer sentirse comprendida en esos momentos por ésta. Como también valorará en la misma, la muestra de actitudes empáticas y afectivas ante su malestar, sus cambios de humor e irritabilidad. Si su pareja se muestra cariñosa y comprensiva, facilitará que, la relación entre ambos no resulte dañada como consecuencia de los cambios emocionales derivados de los tratamientos.
Asimismo, en esta situación es muy importante que la mujer no se sienta sola y pueda expresarle a su pareja, sus sentimientos y preocupaciones. No hay que obviar, que a él también le afecta esta situación que están viviendo y aunque a veces pueda sentir que no puede hacer nada por ella, no es así, él puedo hacer mucho, ayudándola, escuchándola, mostrándose cercano y dándola todo su afecto y apoyo, compartiendo su inquietud y su malestar.
Además de esta situación emocional tan especial que están viviendo los dos como consecuencia de los tratamientos que están siguiendo, es importante también señalar, que la expectativas generadas de poder ser padres tras la realización de los mismos, les puede generar ansiedad y frustración, sino hay un adecuado ajuste de las expectativas a la situación real de infertilidad que están viviendo.
Tras cada tratamiento surge la esperanza y la impaciencia de lograr un embarazo, pero tras aparecer la menstruación resurgen las mismas desilusiones que cuando en un principio la pareja lo buscaba por vía natural, lo que les suele decepcionar y frustrar.
La repetición de los tratamientos puede llegar a producir un desgaste psicológico en la mujer principalmente, pero también en el hombre. Si entre ellos no mantienen una buena relación afectiva y una buena capacidad para expresar sus emociones, la relación puede deteriorarse entre ambos.
Por otro lado, durante el tratamiento se dará en la pareja, una alteración en la frecuencia y ritmo de sus relaciones sexuales, pues éstas estarán pautadas bajo el prisma de la consecución de un posible embarazo. Este modo de proceder, puede hacer en la pareja la pérdida de la espontaneidad y de poder disfrutar de una relación más placentera.
Durante ese período, suelen estar sujetos a unas expectativas que suelen favorecer más estados de tensión que de tranquilidad y calma. Además, habría que señalar que, conforme se realicen más tratamientos, lograr un embarazo puede convertirse en una meta prioritaria que, deje a un lado cualquier otro tipo de intereses dentro de la pareja con lo que eso negativamente conlleva para la misma.
Debido a esto, durante la realización de los tratamientos, existirían una serie de técnicas y ejercicios que facilitarían una mejor comunicación en la relación de pareja, mayor sensación de bienestar y favorecerá la resolución de situaciones conflictivas entre ambos.
Así que, estas técnicas y ejercicios serían:
- Fomento de la comunicación a través de la empatía, la escucha activa y la asertividad en la pareja.
A- La empatía es una variable de personalidad que influye positivamente en la comunicación, mejorándola. Consistiría en la capacidad que uno tiene, para ponerse en el lugar del otro, con el objeto de comprender mejor lo que el otro piensa y siente y además expresárselo. Así que, en esta situación, sería fundamental que la pareja pudiera utilizar la empatía para entender mejor lo que están pensando y sintiendo mutuamente. Esto hará que la relación entre los dos sea más cercana y además se sentirán comprendidos.
“Entiendo lo que te pasa”… “comprendo lo que te está pasando”… “yo, en tu lugar me sentiría igual de impaciente”…
B- La escucha activa es otra técnica que, fomenta la comunicación, consistiría en que al establecer un diálogo, el recepto rmuestre atención y adopte una actitud de interés hacia lo que expresa el emisor. La comunicación no verbal tiene aquí un papel relevante, a través de los gestos y del contacto visual. Si la pareja se siente escuchada, se sentirán internamente mejor y se percibirán más unidos. Cuando se presta atención hacia lo que el otro dice, se le trasmite que, éste es una persona importante para el receptor, incidiendo positivamente en el refuerzo de su autoestima.
C- La comunicación asertiva consistiría en poder expresar a la pareja lo que uno piensa y siente de manera clara, positiva, segura y principalmente, sin hostilidad. El objetivo es que cada uno pueda expresar sus emociones y pensamientos tanto positivos como negativos hacia el otro. Esta forma de actuar, expresando lo que se quiere cambiar tanto de sí mismo como del otro posibilita la resolución de conflictos. Por lo que, se tenderá más a poder resolverlos a través de la negociación y la generación de acuerdos. Por otro lado, la asertividad facilita poder realizar peticiones sobre lo que uno necesita. Ser asertivos mejorará la relación de pareja.
- Es importante poder hacer una reflexión interna sobre las expectativas creadas sobre la maternidad/paternidad en el proyecto de vida individual de cada uno. Es decir, evaluar si ha existido alguna modificación tras conocer su infertilidad, valorando la respuesta emocional qué haya podido surgir ante esta nueva situación. El desajuste de expectativas genera desestabilidad emocional pues los sentimientos que suelen aparecer son decepción, frustración y rabia.
Este ejercicio consistiría en poder adecuar las expectativas sobre la maternidad/paternidad a la situación real de infertilidad que están viviendo. Así que, sería importante que tras reflexionar cada uno sobre diferentes aspectos, después, compartieran sus pensamientos y sentimientos.
Cuanto mayor nivel de comunicación y sinceridad exista tendrán mayor capacidad para afrontar la nueva situación y sobreponerse a las situaciones adversas. Además, la relación de pareja será más sólida y estarán más unidos para iniciar de forma más madura y esperanzadora, un tratamiento de fertilidad.