La edad es el factor clave de la fertilidad de la mujer: con el paso de los años, su reserva ovárica disminuye, siendo cada vez más complicado concebir, hasta que llega un momento en que la reserva se agota y ya no se puede conseguir el embarazo de manera natural.
Todas las mujeres nacen con una reserva ovárica determinada, estimada en un millón de óvulos y, cuando llegan a la menarquia (primera regla), disponen de unos 400.000 aproximadamente. En cada ciclo menstrual, se producen varios ovocitos pero solo uno llega a madurar y se libera (el dominante).
Además de la cantidad de ovocitos, con la edad, también se ve afectada la calidad de los mismos. Los primeros folículos que se desarrollan son los que aportan los óvulos de mayor calidad y que proporcionan una mayor probabilidad de conseguir una gestación normal. Y a medida que pasan los años, la calidad de los óvulos empeora. Por lo tanto, a la dificultad de lograr un embarazo de manera natural, se le suma un mayor número de partos prematuros, abortos y posibles alteraciones cromosómicas en el feto.
Teniendo en cuenta estos factores, los especialistas consideran que la edad idónea para concebir es antes de la treintena. Sin embargo, en la sociedad actual y por numerosas razones, la edad media de la mujer que tiene el primer hijo en España es a los 32 años. Por esto, muchas mujeres se enfrentan a dificultades llegado ese momento, y las técnicas de reproducción asistida se convierten en una práctica habitual. La vitrificación de óvulos se presenta como el tratamiento estrella de la fertilidad para mujeres en la veintena o en la treintena, puesto que permite posponer la maternidad con garantías.
La fertilidad de la mujer según la edad
Fertilidad a los 20
Durante la veintena, la fertilidad de la mujer se encuentra en su pico máximo debido al gran número de óvulos que contienen los ovarios. Además, genéticamente la mayoría son normales. La tasa de embarazo por mes de una mujer en su veintena oscila entre el 20 y el 25%, mientras que la tasa de aborto espontáneo sólo es de 5-10% y la incidencia de anomalías genéticas es de, aproximadamente, 1 entre 1000.
Fertilidad a los 30
A partir de los 30, la fertilidad de la mujer experimenta un declive, cuyo punto de inflexión se encuentra en los 35 años. No quiere decir que sea imposible, sino que le costará más poder tener un bebé. A diferencia de la tasa por mes de las mujeres en la veintena, durante la treintena desciende a un 15% aproximadamente. Una mujer que supere los 35 años, debería consultar con el especialista después de seis meses de búsqueda activa sin un resultado positivo.
Fertilidad a los 40
A los 40, la probabilidad de la mujer para tener un bebé de manera natural es inferior al 5%. Superados los 40, es aconsejable acudir a un especialista tras 3 meses intentando tener un bebé sin éxito. Como la maternidad de forma natural en esta franja de edad es un reto difícil, se puede recurrir a los distintos tratamientos de reproducción asistida.