Eva María Bernal, fundadora de Creando una Familia, espacio de apoyo profesional para las personas que han de acudir a la reproducción asistida, y madre de tres hijos gracias a estas técnicas, nos habla en su post de hoy de la adopción de embriones desde su propia experiencia.
Adopción de embriones, nuestra gran oportunidad
Hace tiempo estuve en una feria de reproducción asistida dando una charla de la que luego salió mi libro Ser madre por adopción de embriones, el punto de vista emocional.
Al acabar, se me acercaron dos chicas casi llorando dándome las gracias por haberles hablado de un tratamiento del que ellas ignoraban su existencia: la adopción de embriones o más correctamente dicho, la donación de embriones.
No podían empezar todavía, pero ya sabían que sí, que iban a tener la posibilidad de tener un hijo.
Este tratamiento de fertilidad, el último al que se suele acudir, es cada día más, la única opción real para muchas personas.
Cuando comenzamos en Reproducción Asistida pensamos en inseminaciones, fecundaciones Invitro… ¡y sólo esto ya se nos hace duro! Pero muchos de nosotros nos encontramos que acabamos llegando a un punto en el que nuestros óvulos no pueden darnos el embarazo que soñamos y tenemos que pasar a donación de óvulos.
Maravilloso, ¡estamos en el siglo XXI y existe esta opción!, pero…
El presupuesto y otras consideraciones
Sí, hay un pero. El precio.
No todo el mundo puede acceder a los costes que requiere la donación de óvulos, aún habiendo clínicas que están tratando de reducirlos al máximo manteniendo los estándares de calidad.
Y créeme, ni aún así todo el mundo puede plantearse económicamente la adopción de embriones.
No sólo tiene por qué ser una cuestión económica la que nos lleve a hacerlo, sino que si por ejemplo el esperma de la pareja tampoco está muy bien la adopción de embriones no supone una renuncia genética exclusiva de la mujer, y así, ambos miembros de la pareja dan este paso en las mismas condiciones.
O si los pacientes profesan una religión que tiene conflictos con la Reproducción Asistida, este tratamiento sería el único que podrían aceptar un poco ya que consideran que así se daría vida a embriones que están congelados.
La revelación de los orígenes
Si hemos decidido que nuestro hijo sepa qué procesos tuvimos que pasar para que pudiera venir al mundo, quizás nos lleve a preguntarnos qué es más sencillo de explicar a un niño: la donación de óvulos o la adopción de embriones.
En el primer caso los embriones han sido fecundados, creados o como prefieras llamarlo ex profeso para nosotros. En la adopción de embriones otras personas tomaron la decisión de donar los embriones que ellos ya no van a necesitar y hay más niños nacidos con los que comparten su ADN.
Si preguntáis a los médicos, la mayoría no sabrá por qué decantarse si decírselo a los niños o no decírselo, ya que existen corrientes en psicología tanto en una dirección como en otra. Actualmente la Sociedad española de fertilidad recomienda que los niños conozcan cómo llegaron al mundo.
Es muy importante madurar la decisión que estamos tomando, porque para nuestros hijos va a ser algo importante: no es algo negativo, sencillamente es parte de ellos y es imprescindible que antes de ponernos con el tratamiento se haya hablado y pensado muy bien.
Ayuda
Si vosotros solos no conseguís resolver las dudas o conflictos que puede generar este tratamiento, no dudéis en acudir a un profesional que os oriente y os ayude a aclarar las ideas.
La adopción de embriones es una opción fantástica para todas las personas que por una causa u otra tenemos que renunciar a nuestros genes y si estáis preparado para ello, no puedo por menos que animaros y aseguraros que en el último peldaño de la reproducción asistida pueden estar tus hijos.
Eva María Bernal.