La hormona coriónica humana también conocida como HCG por sus siglas en inglés (human Chorionic Hormone) es una hormona producida por el embrión (bebé) inmediatamente después de su implantación. Ocho días después de la fecundación del óvulo por el espermatozoide, el embrión empieza a invadir el útero materno. La parte del embrión que entra en contacto con la madre emite entonces unas proyecciones vellosas, denominadas sincitiotrofoblasto, de las que se originará la placenta. Estas proyecciones dirigen las células uterinas ayudando al embrión a implantarse y sintetizan la HCG. Diez días después de la fecundación del óvulo, la HCG sintetizada por el embrión empieza a pasar a la sangre de la madre. A través de la sangre materna, la hormona llega al ovario donde mantiene una estructura llamada cuerpo lúteo.
¿Cuál es la principal función de la HCG?
El mantenimiento del cuerpo lúteo es la principal función de la HCG. Esto es importante porque el cuerpo lúteo produce progesterona, una hormona que es fundamental en el embarazo. Papel de la progesterona: relaja el útero para que no tenga contracciones, aumenta la cantidad de sangre que le llega al bebé, etc.
Cómo interpretar los niveles de HCG
- Si no se produce embarazo, no hay HCG, el cuerpo lúteo se destruye y por consiguiente los niveles de progesterona caen, con lo que se produce la menstruación.
- Cuando hay embarazo, la hormona cariónica, HCG, mantiene el cuerpo lúteo y asegura los niveles de progesterona hasta la semana 14 aproximadamente, favoreciendo el embarazo. A partir de este momento, la placenta toma el relevo y se ocupa de la síntesis de progesterona.
Medición de la hormona
Los niveles de hormona coriónica empiezan a ser detectables unas 3-4 semanas después de la última regla o bien 1-2 semanas después de la ovulación. Estos niveles de HCG aumentan exponencialmente hasta la semana 12 de embarazo y a partir de aquí empiezan a disminuir. Puesto que los niveles de HCG son proporcionales a las semanas de embarazo, su determinación ayuda junto con la ecografía a saber el tiempo de evolución de la gestación.
En la clínica los niveles de hormona se miden en sangre, siendo un método muy efectivo, pero también puede detectarse en orina, porque a través de la sangre materna, la hormona llega a los riñones de la madre y es eliminada por la orina. Esta determinación es la que se utiliza habitualmente en los test de embarazo de farmacia.
HCG durante el embarazo
La hormona coriónica es responsable, en parte, de las nauseas y vómitos frecuentes en el primer trimestre. En los embarazos gemelares, como hay dos bebés produciendo hormona los niveles son mayores y suele haber más nauseas y vómitos.
La determinación de los niveles de HCG en sangre, además de servir para diagnosticar y datar el embarazo, se utiliza para identificar complicaciones del mismo.
- Cuando el embrión se implanta fuera del cuerpo uterino, gestación ectópica o extrauterina, los niveles de hormona coriónica aumentan mucho más lentamente o incluso se estabilizan. En los abortos, los niveles primero se mantienen pero posteriormente disminuyen. Si la disminución es menor de 21% cada 48 horas o menor de 60% cada 7 días hay que sospechar un embarazo ectópico o un aborto en el que han quedado restos.
- Los niveles de hormona coriónica también se utilizan para el cribado prenatal del síndrome de Down y otras alternaciones cromosómicas del bebé.
- Por último, también puede aumentar fuera del embarazo en determinados tumores.