La vitrificación de óvulos es un tratamiento de fertilidad que está revolucionando la medicina reproductiva y que supone un gran avance para las mujeres que quieren preservar la fertilidad por distintos motivos y hasta el momento que decidan ser madres. El científico Carl Djerassi, creador de la píldora anticonceptiva, ha afirmado que “La congelación de óvulos supone un seguro para la maternidad que van a empezar a utilizar las mujeres más preparadas y ambiciosas”. Al ser un tratamiento relativamente nuevo todavía existe falta de información sobre el mismo, una de las dudas frecuentes que suelen surgir a las mujeres que están pensando someterse a ese tratamiento es…¿hasta qué edad se pueden vitrificar óvulos? Resolvemos esta y otras dudas sobre el tratamiento.
Dudas frecuentes sobre el tratamiento de vitrificación de óvulos
¿Hasta qué edad se pueden vitrificar óvulos? No existe una edad estándar fijada como edad mínima o edad máxima para vitrificar los óvulos, porque siempre va a depender del caso personal de la paciente. Sin embargo, se recomienda hacerlo antes de los 37 años, porque la calidad de los ovocitos es mejor. Una buena reserva ovárica y una calidad ovocitaria suficiente para que la congelación ofrezca garantías son indicadores necesarios para poder realizar el tratamiento de vitrificación de óvulos. Como norma general, la fertilidad de la mujer decrece a medida que pasan los años, pero sobre todo a partir de los 35, edad en la que el descenso comienza a ser más acusado. Esto no significa que una mujer a los 40 años no pueda vitrificar los óvulos, si tras la extracción de los ovocitos se certifica que tienen la calidad requerida, puede continuar con el tratamiento sin ningún problema.
¿Cuánto tiempo pueden permanecer los ovocitos vitrificados? Una vez vitrificados los ovocitos no se deterioran con el paso del tiempo, pudiendo permanecer indefinidamente.
¿Hasta qué edad se puede ser madre con los ovocitos vitrificados? La edad para ser madre no la marcan los óvulos, pues estos, como hemos comentado, mantienen la misma calidad que cuando fueron congelados, por ello dependerá del estado de salud de la madre, para garantizar que pueda llevar a término un embarazo saludable tanto para ella como para el futuro bebé.