De siempre se ha sabido que el consumo en exceso de grasas saturadas no es recomendable para el organismo, pero recientemente se ha añadido un nuevo elemento nocivo respecto a este tipo de lípidos presentes en alimentos como las patatas fritas o la bollería industrial. Los expertos aseguran que las grasas saturadas son nocivas para la FIV , y por tanto se recomienda limitar el consumo de estos alimentos si la mujer va a someterse a este tipo de tratamiento.
¿Por qué las grasas saturadas son nocivas para la FIV?
Las mujeres que quieren quedarse embarazadas mediante tratamientos de reproducción asistida deben saber que las grasas saturadas son nocivas para la FIV por distintos motivos. Los alimentos de este tipo que se consumen, tanto antes como durante el tratamiento, pueden influir considerablemente en el número de ovocitos que se consiguen extraer del útero con la técnica de punción folicular. Conseguir menos ovocitos significa disminuir las posibilidades de conseguir embriones idóneos para la implantación, y por lo tanto se disminuyen las posibilidades de embarazo. Según los estudios, una mujer que consume grasas saturadas produce una media de 9,3 ovocitos, mientras que la cifra asciende a 11,6 en una que no lo hace.
La advertencia de evitar el consumo de grasas saturadas es independiente de otro factor de riesgo, la obesidad. Esto significa que las mujeres que consumen grasas saturadas, pero no engordan y no padecen de obesidad, también se ven afectadas por esta indicación, es decir, también tendrán dificultades para quedarse embarazadas mediante una Fecundación In Vitro.
Ácidos grasos monoinsaturados y FIV
Por contraposición, las grasas «buenas» favorecen la gestación. Los estudios recientes afirman que las mujeres que consumen grasas monoinsaturadas tiene un 3,45 más de posibilidades de quedarse embarazadas. Las grasas monoinsaturadas se encuentran en alimentos como el aguacate, aceite de oliva, nueces o las semillas de lino. Además, el consumo de este tipo de grasas ayuda a reducir algunos kilitos de más.
