La tasa de éxito de la ovodonación suele ser realmente alta, concretamente, y como media, la probabilidad de conseguir el embarazo en el primer intento es de un 60%, pudiendo llegar a alcanzar hasta un 90% en los siguientes ciclos.
La ovodonación o FIV con óvulos donados es una variedad de Fecundación In Vitro que permite a muchas mujeres -que no pueden quedarse embarazadas a partir de sus propios óvulos- tener un hijo. Así, la futura madre gestará un embrión procedente de un óvulo de una donante y el espermatozoide de la pareja u otro donante. Recurren a la ovodonación aquellas mujeres con menopausia precoz, mujeres mayores de 40 años, jóvenes con fallo ovárico, mujeres que no disponen de óvulos o que son de mala calidad debido a una endometriosis o a un cáncer, o aquellas que, tras someterse a una Fecundación In Vitro con sus propios óvulos, no consiguen el embarazo. Una vez obtenidos los óvulos de la donante, se fecundan en el laboratorio con los espermatozoides de la pareja, o de otro donante, y los embriones resultantes de mejor calidad se transfieren a la paciente. Por ello, la tasa de éxito de la ovodonación es mayor que en una Fecundación In Vitro con óvulos propios.
En concreto, las altas tasas de éxito de la ovodonación son debidas a los principales requisitos que deben cumplir las donantes de óvulos, que son los siguientes:
- Edad
- Estado de salud físico e inmunológico
- Calidad de los óvulos
La edad de las donantes debe oscilar entre los 18 y 30 años. La edad es un factor clave para conseguir el embarazo: a medida que aumenta la edad, la calidad y el número de los óvulos disminuye considerablemente. Es a partir de los 35 años cuando la fertilidad empieza a disminuir.
La donante debe estar libre de enfermedades genéticas, congénitas o hereditarias. Para ello se le realizará pruebas médicas que demuestren que goza de una buena salud física y mental. Las pruebas médicas incluyen:
- Analítica general función hepática, renal y de coagulación
- Estudio serológico, para descartar enfermedades de transmisión sexual.
- Citología y cultivos urogenitales
- Ecografía ginecológica
- Estudio genético: pruebas de cariotipo, fibrosis quística, para descartar la posible presencia de enfermedades hereditarias
- Entrevista personal con los psicólogos especializados en reproducción asistida
Además, el equipo especialista en reproducción asistida realiza a la mujer donante un estudio de fertilidad que demuestra que dispone de unos óvulos de calidad. Estos ovocitos son estudiados para seleccionar los más aptos para la fecundación.
Además del alto porcentaje de éxito que ofrece la ovodonación, este tratamiento tiene otras ventajas para la paciente: existe un menor riesgo de aborto natural y anomalías cromosómicas. Por otro lado, la ovodonación no tiene riesgos asociados, es un proceso indoloro y mínimamente invasivo. La paciente no necesita someterse a estimulación hormonal y el tratamiento no requiere anestesia general.