En los procesos de fertilidad aparecen siempre muchas emociones, pero unas de las más peligrosas y las que más daño hace a la mujer durante el proceso, es la culpabilidad o el miedo a la pérdida de ese futuro bebé.
Antes de subir ese escalón tan importante, como es la decisión de empezar un proceso de fertilidad, se debe analizar cómo está psicológicamente la futura madre. ¿Se siente fuerte? ¿Ha pasado una mala época, en la que no se ve capaz de conseguir nada?
El estado de ánimo es una herramienta que hay que trabajar día a día, marcándose pequeños objetivos, pequeñas metas que puedan ser alcanzadas. Tómate tu tiempo para decidir cuando es el mejor momento para empezar esta maravillosa aventura, en la que existen riesgos para los que debes estar preparada.
El aborto es uno de los miedos a los que se enfrentan los pacientes que se someten a un tratamiento de fertilidad. Para lograr esta meta hay que correr el riesgo de intentarlo. Por eso debes, rodearte de gente positiva, que te aporte buenas vibraciones y por supuesto apóyate siempre en tu pareja o en la gente de tu alrededor. Si un día te sientes triste y angustiada pide ayuda, no pases los malos ratos sola.
La técnica del STOP Thinking
No intentes visualizar un futuro lejano, eso solo te creara más ansiedad y malestar. Vive en el momento en el que estas ahora, se consciente de todo lo de tu alrededor y disfruta de esta nueva etapa. No solo debes cuidarte físicamente, si no que psicológicamente, tienes que eliminar los pensamientos repetitivos que nos invaden de forma automática y recurrente, provocándonos emociones desagradables y que también llegan a ser obsesivos como por ejemplo: “y si no consigo quedarme embarazada”, “y si lo vuelvo a perder”, “y si no soy capaz”… Como veis todos estos pensamientos empiezan con “y si…”son dudas que nos invaden y no dejan descansar la mente, con miedos y culpabilidades.
Una técnica muy útil para estos pensamientos, se llama STOP Thinking (parada de pensamiento). Consiste en concentrarte en los pensamientos no deseados (aunque parezca paradójico) y después de un corto período de tiempo dedicado a ellos, detenerlos bruscamente y vaciar la mente. Generalmente se utiliza la orden de STOP, o bien algún ruido fuerte, para interrumpirlos. Este mandato de Stop actúa como distracción y como castigo para las obsesiones, contribuyendo a que desaparezcan y dejando espacio a las afirmaciones positivas.
Quiero que imagines una situación, estás en el trabajo o en casa o comprando… y empiezan a invadir tu mente pensamientos de ese tipo. Si te encuentras sola y no hay nadie contigo, puedes decirte en voz alta y con un tono de riña STOP!. Y cambias de lugar, es decir si estabas en el sofá, te dices STOP! Y te vas a la cocina. Esto es necesario ya que los pensamientos van unidos al lugar donde en ese momento te encuentras.
El miedo es una emoción muy común en los seres humanos y tiene siempre un claro valor adaptativo para nuestra especie. Pero cuando el miedo se convierte en algo perturbador, martiriza a la persona hasta que consigue limitar las acciones y conductas normales, en este caso de la mujer en su vida diaria.
No permitas que el miedo y la culpabilidad inunden tus días, pide ayuda antes de que se convierta en algo cotidiano. Los ejercicios siempre deben estar controlados por un especialista para que consigan el efecto deseado.