En otras ocasiones, ya os habíamos contado en nuestro blog que el tabaco es uno de los agentes externos que más repercute en la fertilidad de un hombre y una mujer. Fertilidad y tabaco no son buenos amigos y una de las primeras recomendaciones que aconsejan los especialistas cuando estás buscando un embarazo es que abandones el hábito de fumar, y es que el tabaco en un tratamiento d FIV, u otra técnica, puede ser perjudicial.
¿De qué manera influye el tabaco en un tratamiento de FIV?
Es cierto que la edad es uno de los principales problemas de infertilidad de las mujeres, pero no el único, los hábitos tóxicos como el tabaco pueden afectar a la fertilidad tanto femenina como masculina. Tanto puede llegar a influenciar, que los especialistas apuntan a que ser fumadora es comparable a tener diez años más de cara a la fecundación.
¿Cómo afecta el tabaco en las mujeres?
Las mujeres que consumen tabaco suelen tener peor calidad ovocitaria y embrionaria, se incrementan las anomalías cromosómicas y su edad menopáusica se puede adelantar entre uno y cuatro años.
¿Cómo afecta el tabaco en los hombres?
En el caso de los hombres, la nicotina y algunos tóxicos presentes en los cigarrillos pueden originar la fragmentación del ADN del espermatozoide y repercutir en su calidad y esto provoca lesiones en el material genético del espermatozoide que dificultan la consecución del embarazo.
El efecto que causa el tabaco en las mujeres que se someten a tratamientos de reproducción asistida es claro, en las parejas con mujeres fumadoras necesitan el doble de ciclos para lograr una gestación y las tasas de implantación son más bajas. Además, durante el tratamiento se requiere mayor medicación para la estimulación ovárica en las mujeres que fuman. Con todo ello, desde Clínicas EVA siempre aconsejamos abandonar este tipo de hábitos al comenzar un tratamiento de fertilidad, siendo si es necesario recurrir a nuestros psicólogos especialistas es fertilidad para llevarlo de la mejor manera posible.