Cuidado emocional en los procesos de fertilidad en la mujer

Juana Peris, psicóloga especialista en fertilidad de Clínicas EVA nos explica lo importante que es cuidar nuestro estado emocional, para conseguir la unión cuerpo y mente adecuada de nuestro objetivo: el embarazo.

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Ser madre es algo mucho más poderoso que un cuerpo, ya que el cuerpo simplemente es como una máquina. Así pues, todo lo que forma tu personalidad, es decir tu mente, tus emociones, tus sentimientos, tu instinto y lo más profundo de tu ser, son los que consiguen dirigir “la maquina”, tanto para lo bueno como para lo malo.

Es por eso, que es igual de necesario cuidar nuestro cuerpo como nuestra mente, y no solo en el caso de un proceso de fertilidad, si no en nuestro día a día. Debemos identificar cuáles son las emociones que recorren nuestra mente, cuales son aquellas que nos lastiman.

Uno de los motivos principales por el que acuden a un centro de reproducción asistida la mayoría de mujeres es porque llegan a la conclusión de que necesitan ayuda médica para poder cumplir su sueño. Esta experiencia, en mayor o menor medida, casi siempre acaba siendo un proceso psicológico doloroso. Del cual muchas parejas acaban dañando sus relaciones e incluso su autoestima.

La imposibilidad de concebir de forma natural acaba siendo uno de los principales focos de estrés, ansiedad y en algunos casos en particular incluso depresiones que afectan directamente a las parejas. Todos estos síntomas acaban influenciando negativamente en los procesos de fertilidad. Es por eso que es tan importante cuidar nuestro estado emocional, para conseguir la unión cuerpo y mente adecuada de nuestro objetivo: el embarazo.

Cada vez que se acude a las clínicas de fertilidad, una carga emocional de esperanza, ilusión y alegría se triplican, pero cada fracaso conlleva un sentimiento de pérdida de control, de sentirse fracasado y desesperanzado, tan elevado que muchas mujeres y parejas se quedan por el camino, sin querer seguir intentándolo. La presencia de estas reacciones emocionales, su frecuencia e intensidad, están relacionadas con el grado de tolerancia personal a la frustración y estrés crónico.

Cuidado emocional en los procesos de fertilidad en la mujer

Cuidado emocional en los procesos de fertilidad

Debemos prestar atención a las siguientes emociones que pueden tener un doble significado y que acaban siendo negativas para la mujer:

  • Shock: cuando las parejas son diagnosticadas con infertilidad, muchas responden con una sensación de shock (paralización). Tras imaginarse una vida con hijos, sus planes dan un giro de 180º que hacen cambiar su vida de forma drástica. La duración depende de la personalidad de cada persona y sobre todo del apoyo que pueda estar recibiendo en ese momento.
  • Negación: En un principio se pude reaccionar negando el problema en vez de afrontándolo. Es frecuente el pensamiento de “no es posible que nos pase esto a nosotros, debe haber algún error…”
  • Culpa: Sentimiento de culpabilidad por quitarle a su pareja y también a sus propios padres la opción de tener hijos y nietos en un futuro. La culpa es una respuesta muy común.
  • Rabia: Emoción sobre la injusticia de la infertilidad. Es muy común tener resentimiento contra las mujeres que están embarazadas o expresar enfado ante profesionales de la salud, familiares y amigos. Todos estos sentimientos son normales, pero cuando es interiorizada se puede convertir en depresión.
  • Desesperanza: Es normal sentirse al comienzo de cada ciclo esperanzado, y luego comenzar a perder la esperanza a medida que los ciclos repetidos no tienen éxito. Es complicado mantener una actitud positiva,aunque cada intento fallido es un paso más hacia la solución final, ya sea el éxito del tratamiento o la búsqueda de otras opciones.
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