Cada vez e recurre con mayor frecuencia en la reproducción asistida, a la donación de gametos, es decir, el proceso en el cual se sustituye los gametos, ovocitos y/o semen, de uno de los miembros de la pareja o ambos por los de un donante, para hacer realidad el deseo de ser padres.
Pese a que cada día la reproducción asistida es más cotidiana en nuestra sociedad, aún existen mitos y creencias erróneas que interfieren en la elección de la técnica de reproducción asistida elegida.
Tener mayor conocimiento de la donación de gametos y valorar esta opción, en muchas ocasiones aumentará el porcentaje de posibilidades de quedarte embarazada, y por consiguiente a su vez, minimizará el estrés y las dificultades emocionales durante el proceso.
Si en tu caso, es el método más eficaz, queremos que reflexiones sobre los prejuicios y miedos más frecuentes, para tratar de evitar obstáculos en la carrera de fondo hacia la maternidad y obtengas el éxito deseado.
Dudas frecuentes sobre donación de gametos:
En el futuro, ¿Podrá conocer el donante la identidad de los niños nacidos por reproducción asistida? ¿Podrá mi hijo conocer la identidad de la donante?
Según la legislación, la donación de óvulos se realiza de manera altruista, voluntaria y anónima. La ley de reproducción asistida garantiza que la donación es totalmente anónima. La ley prohíbe expresamente revelar la identidad de los niños nacidos por estas técnicas. Y la donante tampoco conocerá la identidad de la receptora.
¿Tiene la donante algún derecho sobre el hijo/a fruto de su donación?
No, ningún tipo de derecho. Y como prevención de posibles conflictos por este tema, no está permitida la donación dirigida, es decir, una hermana no puede donar ovocitos a otra. Las donaciones son anónimas.
Y también comentar que los donantes firman un consentimiento asegurando que está conforme con la donación, en los cuales renuncian posibles derechos.
¿Las donantes son personas sanas?
Sí, se realizan pruebas médicas para ver si la donante de óvulos cumple los requisitos para poder realizar la donación. Son mujeres sanas y fértiles, y ni ellas ni sus familiares cercanos padecen malformaciones, enfermedades genéticas o congénitas y hereditarias.
¿Será mi hijo/a muy diferente físicamente a mí?
En ningún caso puede seleccionarse a la donante a petición de la receptora. La elección de la donante la realiza el equipo médico, que en todo caso, deberá procurar garantizar la mayor similitud fenotípica inmunológica posible con la mujer receptora.
¿Lo sentiré igual como hijo mío? ¿Con donación de gametos son hijos nuestros?
Son hijos biológicos pero no llevan la carga genética de alguno de sus progenitores, ya que sus gametos no eran lo suficientemente válidos para lograr un embarazo.
La donante ha donado un óvulo con una carga genética pero no es la madre biológica, ya que no ha donado un hijo. Por lo tanto la receptora será la madre biológica aunque no transmita su propia carga genética.
Y en este aspecto es importante recordar que la maternidad es mucho más que un óvulo, son los cuidados a un hijo, el amor y seguridad emocional que le proporcionaréis, los valores y el resto de aspectos que le transmitiréis con vuestra educación.
Además comentar que desde el momento de la transferencia, la madre le aporta todos los nutrientes necesarios, y es en su útero donde va a crecer el embrión, con las vivencias de escuchar su primer latido, ver el crecimiento en las ecografías, sentir los movimientos dentro de tu vientre y posteriormente será la madre quien parirá ese feto, además de vivir las vivencias emocionales de toda su infancia.
¿Existe riesgo que mi hijo/a se empareje en un futuro con alguien que ha sido concebido por el mismo donante?
La legislación vigente establece que una donante de óvulos puede donar gametos hasta que el número de descendientes nacidos, tanto por reproducción asistida como no asistida, no sea superior a seis.
Teniendo en cuenta las estipulaciones establecidas por guías internacionales de la Organización Mundial de la Salud, para el manejo de los bancos de semen, un donante podría generar 15 embarazos cada 2 millones de personas. En base a la población estable de la Ciudad de Buenos Aires las probabilidades de que las 15 personas se encuentren son del 0,00075% (Datos proveídos por Reprobank).
En el caso de la donación de óvulos, se estima que para que no haya entrecruzamientos sanguíneos no debe haber más de 20 nacidos de una misma donante por cada millón de habitantes.
¿Qué le diré a mi hijo acerca de sus orígenes? ¿Tendré que contarle a mi hijo/a que ha sido concebido por ovodonación o con semen de donante? ¿Tendré dudas sobre si contárselo o no a mi hijo/a en un futuro?
Actualmente no existe todavía legislación en España que regule el grado de información a dar a los niños concebidos mediante reproducción asistida. Por lo que la pareja es libre de escoger la información a dar a su hijo/a sobre este tema.
Es una decisión personal, yno hay una opción buena o mala, depende de muchas variables.
En los casos que los padres deciden comunicarlo, hay que tener en cuenta que los niños poseen una buena capacidad de asimilación, y existen cada día más materiales, cuentos y libros, sobre reproducción asistida para explicarles a los niños de la forma más natural su concepción, con explicaciones sencillas y adaptadas a su edad.
¿Mi hijo/a tendrá el mismo sentimiento que los niños adoptados?
Los niños que nacen por donación de gametos no tienen un pasado ni unos padres a los que buscar. Existen muchas diferencias con la adopción, ya que nunca han tenido otros padres ni otra historia anterior.
Si no fuera por sus padres, este niño no existiría, ya que la donante o el donante no ha donado un hijo, sino solamente un gameto, óvulo o espermatozoide, sin el vientre gestante ese gameto no hubiera llegado a ser un niño.
No existe por tanto el sentimiento de abandono que puede existir en la adopción. Muy al contrario, estos niños, son fruto del gran deseo y amor de sus padres.
Una vez leída toda esta información, y teniendo en cuenta el asesoramiento realizado desde la Clínica, es momento de poner en la balanza los argumentos racionales y los emocionales para tomar la decisión.